Aprovechando esta semana que es
una de las más importantes de este año, también aprovecho para crear esta
página en el blog para contar mi historia, por qué he terminado siendo otro
loco más en este mundo del triatlón y las carreras populares.
Si tuviera que resumir mi
historia deportiva en pocas palabras podría ser algo así:
De karateka negado a
jugador de baloncesto que no se me daba mal, a futbolista de lateral izquierdo
fijo en el banquillo a lateral izquierdo fijo en el campo, de futbolista a
“sillón ball” profesional y finalmente de “runner” popular a duatleta y
triatleta.
Y entrando un poco más en detalle
de por qué he terminado dentro de este
maravilloso mundo podría ser algo así:
Como todo niño de pequeño mis
padres me apuntaron a un deporte, y este
fue karate, después a baloncesto y al final me preguntaron qué deporte quería
practicar y yo me decanté por fútbol. Fueron unos años muy buenos, de los
cuales agradezco sobre todo mi fondo y forma para correr, ya que en los
entrenamientos yo siempre era el que tiraba cuando nos tocaba correr en los
entrenamientos. Finalmente decidí dejar de jugar a fútbol y estuve casi 2 años
sin hacer nada de deporte, hasta que me di cuenta lo que estaba engordando y
empecé a ir al gimnasio para perder peso. Cuando conseguí perder peso seguí en
el gimnasio, pero dejando de lado el cardio y centrándome en ponerme fuerte.
Durante ese tiempo en verano sí que corría y montaba en bicicleta, pero llegaba
el invierno y otra vez lo dejaba. Después gracias a que empecé la universidad y
tenía unos horarios un poco raros y muchas horas libres, empecé a correr por
las mañanas antes de ir a la universidad y
al terminar las clases iba al gimnasio. Hasta que un buen día me invitó
mi tío a mi hermano y a mí a correr la San Silvestre Vallecana, así que me la
preparé y la hice en menos de una hora, que para mí fue un tiempazo. Así que a
partir de entonces ya empecé a centrarme en correr, y desde entonces he ido
bajando mis tiempos en carreras de 10 km hasta llegar a 40 minutos y además
hacer medias maratones. Pero por desgracia el año pasado en enero me lesioné y no podía correr más de 30
minutos, tuve que ir al fisio durante varias semanas. Así que para no perder
mucho la forma decidí comprarme una bicicleta. Entonces también me entró el
gusanillo por seguir compitiendo así que hice un duatlón que me gustó mucho,
unos meses después repetí con otro.
Empecé a conocer un poco más lo
que era el triatlón, me llamaba mucho, pero no me atrevía por el tema de la
natación. Hasta que en julio decidí apuntarme a un triatlón en septiembre.
Participé, la natación me salió fatal, me agobié mucho, luego intenté remontar
en la bicicleta y me caí. No fue el mejor estreno, pero siempre se dice que la
primera vez nunca la olvidarás, pero que siempre es la peor. Pero un mes
después volví a repetir en el mundo del triatlón, con la misma distancia y esta
vez ya disfruté mucho más en el agua. Este triatlón sería el último del año
2014.
Seguí entrenando además con mucha
más carga, debido a que el deporte durante un tiempo fue mi manera de evadirme
y olvidar a una chica. Por desgracia 2014 se estropearía aún más, en noviembre
tenía planeado irme a hacer el camino de Santiago en bicicleta, pero dos
semanas antes me caí con la bicicleta, partí el casco y me abrí la cabeza, así
que 2 días al hospital y 2 semanas sin poder hacer nada de deporte. Hubo gente
que me dijo que si iba a dejar la bicicleta, y yo dije ¡NO! que esa caída sería
para hacerme más fuerte.
Por suerte entró 2015 y viendo
los progresos que había hecho de nadar, correr y la bicicleta decidí apuntarme
en el medio Iron Man de Sevilla, además mi hermano decidió seguirme en esta
locura y aquí estamos a unos días para el gran objetivo de este año 2015, un
triatlón que para mí significa mucho y que espero que no sea el primero ni el
último triatlón de media distancia que haga y que después de como lo termine ya
decidiré cuál será mi próximo objetivo-reto.
Bueno espero que no os haya
aburrido mucho con mi corta historia en
este increíble mundo del triatlón. Y sobre todo lo más importante para
conseguir algo, es la constancia, y os dejó esta frase que publicó el otro día
Saleta Castro en su Instagram, que expresa lo que yo aprendí al final del año pasado:
Valora lo que tienes,
supera lo que te duele y lucha por lo que quieres.
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