jueves, 23 de julio de 2015

Puerto de Barx

El pasado domingo 19 de Julio aprovechando que mi hermano se acercó a Valencia, busqué un track para hacer una ruta interesante y mínimo de 100 km. Así que encontré una que iba al puerto de Barx, que nunca había oído hablar de él, pero que por lo que pude ver por internet tenía muy buena pinta, así que me descargué el track (se supone que eran 108 km) y el domingo fuimos a la aventura a conocer este puerto.

Otro domingo más que mi despertador sonaba prontísimo, esta vez a las 6 de la mañana para desayunar, sacar a la perra, preparar las bicicletas, vestirnos y a las 7 ya estábamos en la calle. El sol todavía no había terminado de salir y salimos con la fresca de la mañana.

Los primeros kilómetros me los conocía, porque es donde hago yo a veces mi sería, un llano donde te encuentras con algunos falsos llanos y puentes que te sirven para calentar un poquito las piernas. Después ya cogimos un desvío que yo nunca había tomado. Este desvío nos mandó a una carretera, que era una recta enorme, donde apenas pasaban coches y los que pasaban nos respetaban, así que empezábamos bien la mañana, ya que podíamos pedalear tranquilamente, a nuestro ritmo entre 30 y 35 km/h. 

Según íbamos avanzando kilómetros, nos íbamos cruzando con más ciclistas. Nos encontramos con una grupeta que llevaban muy buen ritmo, aunque nos duró sólo unos kilómetros, ya que ellos cogieron otro camino. 

Al poco que se desviara la grupeta se me cayeron las gafas, ya que todavía era pronto y no las llevaba puestas. Así que tocó parase y recogerlas (que por suerte no me las atropellaron) Cuando nos pusimos en marcha nos pasó el típico ciclista que te da el palo y ni te saluda, pero a los pocos kilómetros me doy cuenta que le tenemos alante, así que le dije a mi hermano: -Vamos a su rueda. Así que subimos el ritmo y le alcanzamos, pillamos su rueda, llevaba un buen ritmo, el típico ritmo que vas cómodo pero no vas de paseo. El chico me pidió relevo, pero yo después de lo educado que había sido al darnos el palo, no quise. El chico, obviamente, se mosqueó se puso más aerodinámico y subió el ritmo. Yo tengo la ventaja de ser pequeño, así que entre mi altura y que me puse todavía más aerodinámico que él su rueda me hacía mucho más efecto. Cuando llegó un repecho el chaval decidió tirar como un animal, pero yo también tiré como un animal, no se consiguió descolgar (mi hermano por desgracia sí porque se nos había colado un ciclista y le dejó clavado) después del repecho, en la bajada le tuve que adelantar porque mi inercia me hacía ir mucho más rápido que él, pero de repente miro para atrás y mi hermano no estaba, así que decidí dejar marchar al chico y esperar a mi hermano.

Cuando nos reagrupamos, le pregunto a mi hermano que le había pasado y me comenta lo del ciclista que le había dejado clavado. Así que ya aprovechamos bajamos el ritmo, repusimos fuerzas bebiendo agua e isotónica, porque ya veíamos el puerto. Así que después de reponer subimos otra vez el ritmo y nos dirigimos hasta el puerto.

Empezamos el puerto, de primeras te encuentras con una pared y un cartel que te indica lo que te espera en el próximo kilómetro (desnivel medio y desnivel máximo) este cartel está situado cada kilómetro de la subida. Cada uno cogemos nuestro ritmo, yo tomo la delantera y mi hermano se queda atrás. Así que decido sacar la cámara y grabar toda la subida, que lo tenéis en el vídeo a cámara rápida ( lo siento por tanto movimiento jaja) Durante la subida pocos coches pasan, yo adelanto a unos cuantos ciclistas. Cuando estoy a punto de coronar la primera parte del puerto un señor mayor se pica conmigo, pero yo no entro en su juego porque estaba subiendo el puerto para disfrutarlo mientras grababa. Coronamos los dos la primera parte nos hacemos la foto de rigor y seguimos subiendo; de repente cuando pensábamos que se había acabo el puerto nos damos cuenta que sigue, continuamos (aunque no estaba en el track) y subimos la otra parte, donde nos encontramos la pendiente máxima que era del 17%. Una vez que vemos que ya no sube más, damos la vuelta y bajamos el puerto. Paramos a repostar agua y continuamos bajando, por una carretera entre árboles, con el asfalto muy estropeado pero sin tráfico de coches.

Puerto de Barx
El puerto realmente es una pasada, lleno de curvas de herraduras donde te encuentras unas pendientes bastante pronunciadas y además puedes subirlo tranquilamente porque hay poco tráfico y te respetan mucho los coches. Es el típico puerto que está pensado para los ciclistas y uno de los ejemplos es la señalización de cada kilómetro, donde te informa de la pendiente media y máxima.



La vuelta hasta casa se hizo más largo de lo esperado porque nos perdimos varias veces, ya que en algunos momentos el track no estaba del todo claro. Los últimos kilómetros sufrimos porque otra vez  tuvimos rectas interminables, con algo de viento lateral y bastante calor junto a una alta humedad. 

Finalmente salieron 123 km en 4 horas 27 minutos. Para recuperarnos del esfuerzo nos fuimos a la piscina, donde nada más llegar nos tiramos al agua, así sí que se recupera uno bien.

Os dejo el vídeo de la salida, lo siento por las vibraciones, sobre todo en la subida al puerto. Espero que os guste.


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