Como viene siendo habitual, por desgracia, comienzo otro año más lesionado. Este año le ha tocado a la rodilla, para la cual he ido a dos traumatólogos para ver si me localizan qué es y así ponerle solución para llegar bien a las pruebas que me esperan este año.
Una cosa que he aprendido del triatlón es que por muy negro que se te ponga la situación, siempre hay que ver la luz al final del túnel. Yo en este caso he tenido que parar de correr y montar en bici (cosa que me cuesta mucho) y entrenar a tope la natación. Así que mientras tenga la rodilla tocada, estaré dándole duro a la natación, que por un lado me viene muy bien porque es la disciplina que peor llevo. Entonces ahora lo que me está tocando es entrenar siempre la natación, por lo cual me estoy haciendo entre 2 y 4 entrenamientos por semana. Sí se me hace duro, porque no disfruto lo mismo que corriendo y montando en bicicleta. Sí se me hace monótono hacer siempre lo mismo y sobre todo estar encerrado dentro de un polideportivo y nadar sin llegar a ningún sitio. Pero bueno lo importante es hacer siempre ejercicio, y sobre todo valorar lo que tengo y seguir luchando por lo que quiero.
Así que ya sabéis si tenéis alguna lesión, siempre mirar el lado bueno y buscar una disciplina que sí podáis practicar y, sobre todo, que no os perjudique a la lesión.
Os dejo una frase de esas que tanto me gustan a mi:
"Parece fácil darse por vencido, pero no lo hagas"
No hay que desistir Enrique. Encuentra el foco de la lesión, tratala y recuperate bien. Yo ya llevo 1 año con la misma lesión y sin poder hacer entrenos de carrera a pie, no sabes las ganas que tengo de calzarme las zapatillas y salir a correr junto al río y pensar en mí mismo, pero cuando no se puede hay que hacer cosas diferentes. Como tu, también estoy de la piscina hasta el gorro, pero es lo que nos queda, lo único que no nos es lesivo. A disfrutar esas brazadas!!!
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