La vida o el destino o lo que quiera que sea nos pone a cada uno en un sitio, pero por desgracia en muchos casos se equivoca, dándoles a unos una vida maravillosa que no se merecen, a otros que sí se lo merecen y trabajan duro día a día por tener la vida deseada se tienen que satisfacer con poder llegar a fin de mes, o no ni eso... A otros la vida no para de darles golpe tras golpe y a cada cual más duro. Pero como bien dice Rocky "No se trata de lo fuerte que puedes golpear, sino de lo fuerte que te golpeen sin que te paren".
¿Pero por qué aún sabiendo esto todavía nos encanta esta vida? Yo creo que porque todos somos un poco surfistas. La vida es como una ola, unas épocas estamos en la cresta de la ola, disfrutando, sintiéndonos como un surfista pro. Otras épocas, sin embargo la ola te vence y te hunde al fondo del mar, sin que nadie ni nada te pueda parar, a veces una piedra te para. Esa piedra que casi te mata, no sirve más que para hacerte más fuerte y darte cuenta que la vida es muy corta, que tienes que disfrutar de la vida a tope, dejando atrás los complejos, dejando de hacer caso a todo aquel que te intenta hundir, disfrutando de todo lo que gusta, haciendo YA!! lo que siempre has querido hacer, es decir, no dejar nada para más adelante. Porque no sabemos lo corta o larga que puede ser la vida. Porque como dice el título de esta entrada, es una suerte y casi milagro que estemos aquí, porque fuimos una probabilidad muy baja.
En definitiva poder estar disfrutando de esta vida ha sido cuestión de suerte, como si nos hubiese tocado el gordo de navidad, por lo cual hay que aprovecharlo y como un regalo que es: A caballo regalado no le mires los dientes.
"El sufrimiento del presente es la alegría del futuro".
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